LA CULPA

Cuando te das cuenta que has hecho algo mal,  la culpa te invade. A todos nos ha pasado y es algo que se repite o se puede repetir a lo largo de nuestra vida, en diferentes situaciones, con diferentes personas.

La culpa es una emoción que se considera  negativa, que produce sentimiento, que perturba la vida, que crea remordimientos, que causa dolor.

Seguro que alguna vez has tenido sensación de culpa y en lo primero que piensas es como quitarte de en medio para que no te echen la culpa de lo que ha pasado. Intentas ver quien más puede estar implicado, a quién pasarle el muerto y proyectar sobre otra persona el malestar y el dolor.

Si tuvieras una máquina del tiempo para volver al momento en que cometiste el error lo borrarías. No te gusta que nadie te diga que tienes la culpa.

“El hombre consciente se atribuye la culpa a sí mismo, el hombre inconsciente la carga sobre los demás”, Confuncio

Pero nada de ésto es posible. Lo que ha pasado es ya pasado y es imposible de cambiar. Quizás el problema se agrava cuando mezclamos culpa con vergüenza de haber cometido el error. Vergüenza porque creemos que los demás creerán que nos falta alguna habilidad o conocimiento.

Rafael Santandreu en su libro “Las gafas de la felicidad” sugiere que hay que eliminar el concepto de culpa, precisamente por su connotación negativa y su relación con el concepto de castigo. Culpa y castigo van unidos. Para él sería mejor utilizar los conceptos de responsabilidad y reparación, más positivo y encima siempre podemos aprender.

¿Entonces, es una emoción tan negativa la culpa?

En principio podemos decir que el sentirnos culpable por un error o fallo que hayamos cometido nos da la oportunidad de aprender y, si es necesario, de disculparnos. La culpa no es tan negativa en sí misma, lo son los pensamientos y sentimientos que nosotros mismos creamos alrededor de ella.

Sólo nos podemos liberar de la culpa si aceptamos lo que hemos hecho. Fíjate que digo aceptamos y no que le quitemos importancia al hecho, ni que estemos de acuerdo con el mismo. La aceptación nos ayudará a disminuir los pensamientos negativos que son los que nos causan dolor o enfado, y que están condicionando nuestra vida.

Debemos interpretar estos pensamientos negativos y aceptar que no somos personas perfectas, que tenemos fallos, y que esos fallos los necesitamos para aprender a lo largo de nuestra vida

Ya sabes que soy muy aficionada a las libretas, así que ahora te sugiero una LIBRETA DE LA CULPA. Será como un diario. Anota cada vez que te sientas culpable por algo, describe la situación en la que fallaste, cuando pasó, tu responsabilidad sobre la misma, que sentimientos te produce y como te limitan en el presente.

Piensa también si hay algún tipo de reparación que te ayude a superar o compensar el sentimiento de culpa. La reparación puede ser directa, indirecta e incluso altruista (Enrique Echeburúa)

Describir la situación y tus sentimientos ayuda a tomar conciencia de la realidad, es decir,  a determinar dónde te equivocaste, en qué circunstancias, como puedes reparar el fallo y, sobre todo, aprender para situaciones futuras.

Feliz día

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