LA PEREZA

Estos días oigo mucho las frases “Estoy muy perezosa”, “Estoy muy  floja”, “No tengo ganas de nada”, “Qué pereza”. Y es que en cuanto llega el calor parece que todo se ralentiza, incluso nuestra disposición para hacer las cosas. ¡Cómo nos cuesta estos días ponernos a hacer algo! Y, además, luego podemos sentirnos fatal porque no hemos hecho casi nada de lo que teníamos programado.

Leía no hace mucho que la pereza nos aleja de nuestros objetivos. Pero, ¿cómo darnos un empujón en ese momento para ponernos en marcha?

Para momentos así he descubierto lo importante que es establecer tiempos, algo difícil, pero que yo he solucionado con la agenda (que me dice que tengo que hacer y a qué hora) y un avisador de cocina (que me avisa de cuánto tiempo estaré haciéndolo), aunque si es algo para hacer fuera de casa utilizo la alarma del teléfono.

Por ejemplo, “caminaré 15 minutos”… pongo la alarma para dentro de 15 minutos. Da menos pereza saber que solo será 15 minutos. Es más fácil pensar en un cuarto de hora que en una hora.

Hay un método  japonés, el método Kaizen, que tiene que ver con  la calidad en la gestión de procesos, pero que podemos tomar como una filosofía de vida.

Este método  nos dice que si  programamos una tarea cada día a la misma hora y durante  un minuto podemos vencer la pereza, ya que un minuto no es nada, y luego nos sentiremos satisfechas porque hemos cumplido con lo previsto. Poco a poco iremos aumentando el tiempo y será más fácil ponernos.

Ese momento de satisfacción es muy motivador, por eso  cuando nos cuesta ponernos en una tarea podemos animarnos pensando en esa satisfacción.

Os cuento algo muy casero. Vaciar el lavavajillas casi siempre da mucha pereza. Pensar en colocar las copas, los vasos, los platos, los cubiertos, algún tupper, etc.  Luego cuando lo tienes todo recogido te sientes bien. Pues a eso vamos, en lugar de pensar en vaciar el lavavajillas  lo que funciona muy bien es pensar en la satisfacción de tener todo recogido.

También me pasa con el trabajo que como autónoma hago desde casa. Tengo que conectarme cada día a través de internet para realizarlo y también lo programo así, como os he contado, estableciendo un tiempo límite y, casi siempre, cuando suena la alarma sigo un poco más. Además me centro en el pensamiento más motivador para ese trabajo e intento evitar las distracciones (teléfono, redes sociales, interrupciones, etc)

Si resumimos nos encontramos con varias cosas que podemos hacer para vencer la pereza:

Buscar el motivo de la pereza. Es por cansancio, porque no me atrevo a empezar algo por miedo a no obtener el resultado esperado, por falta de motivación….

Descubrir esos pensamientos que nos motivan. Darnos el valor de que seremos capaces. Animarnos porque podemos hacerlo y ya lo hemos hecho otras veces….

– Procurarnos un entorno ordenado y organizado, ya que es mucho más fácil trabajar y encontrar soluciones creativas.

Pensar en los beneficios que nos reportan hacer determinadas cosas. En lo satisfechas que nos sentimos una vez terminada la tarea, por haber sido capaces de llevarla a cabo.

Ser objetivas en lo que queremos conseguir, sobre todo al principio, no intentar lograrlo todo en un día.

– Y muy importante, ¡¡¡¡deja de planificar y empieza ya!!!

Si tienes algún método que te funciona, coméntalo, seguro que también podemos adaptar ideas al nuestro.

Feliz semana.

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